Episodio 3X08."Raíces”. 4x4m

Saludos y bienvenidos al programa de mayo de la tercera temporada de Háblale a Luna, en Radius, la radio de la Universidad de Sevilla, al micrófono Marina del Toro.

En la noche de Baltane, los celtas celebraban la energía vital, la fertilidad de la tierra y la transición hacia la temporada cálida. Encendían hogueras para purificar la tierra y alejar a los espíritus. Las familias enterraban un huevo de gallina bajo el umbral de la puerta y colgaban coronas de flores para evitar que las hadas entraran. Dejaban leche, miel y pan en los cruces de caminos, creyendo que así las hadas no les harían daño.

Al amanecer, los jóvenes del pueblo tallaban un tronco con símbolos, lo decoraban con flores y cintas y bailaban a su alrededor, entrelazando las manos como si tejieran un hechizo. En el centro, la Reina de Mayo, una muchacha con una corona de espino, y el Hombre Verde, un guerrero cubierto de hojas, danzaban como símbolo de unión entre la tierra y el sol. Se dice que si veías un fuego azul entre los árboles, no lo miraras directamente, ya que era la mirada de un hada y te atraparía a su mundo.

Sintiendo la magia a nuestro alrededor, comencemos con este programa.

Isabel Parejo es una campeona de la vida. Con 35 años dio a luz a gemelos Olivia y Miguel. A los pocos meses, una mañana, un fuerte dolor de espalda se apoderó de su cuerpo y no se pudo levantar de la cama. Tras interminables exploraciones y pruebas, le diagnosticaron osteoporosis grave. Vivió una etapa de su vida frustrada, desesperada e impotente, ya que era una mamá tetrabric, como ella dice, pues la única interacción con sus hijos era amamantarlos. Soñaba con la llegada de un día en que pusieran a sus hijos en su regazo y que los pudiera abrazar.

Pero le dio un órdago a la vida y a su cuerpo, y se prometió la meta de vivir plenamente en familia. A través del ejercicio, aprendió a conectar con su cuerpo físico y con su cuerpo emocional. Perdió el miedo y comenzó su sanación al ganar seguridad en sí misma y en que era capaz de realizar cualquier cosa que se propusiese desde su yo más profundo. Hoy es una mujer feliz, plena, agradecida y muy espiritual. Su vida ha sido una carrera de obstáculos, pero ha llegado a la meta y puede moverse, abrazar, coger en hombros a sus hijos, hacer arterofilia y ayudar a personas que se encuentran en su misma situación.

Una frase de Álvaro Bernal motivó sus comienzos y dice así, ¿acaso va a venir la policía de fitness a detenerme por no hacerlo perfecto? La canción que la define y llena de vida se titula Quiero, de la cantante Zaz, y dice así, quiero amor, diversión, buen humor, no es tu dinero lo que me hará feliz, quiero morir con la mano en el corazón. En su cuenta de Instagram, osteoporosis-fuerza, y en su blog, osteoporosis con treinta y tantos, orienta, aconseja y ayuda a personas que viven con la misma dolencia que ella.

Hoy Isabel nos va a leer una reflexión de su autoría titulada, Esa mamá que se rompió, cuando gustes. Esa mamá que se rompió, una mamá recién parida, a quien la sabia química convierte en una loba, frontera inconsciente, alto muro rocoso, para proteger a sus lobitos de todo tormento. Esa mamá que se rompió, su columna quebró, esa parte que nos mantiene erguidas y orgullosas. Esa mamá loba, que pierde sus fronteras, que ve caer su muro. ¿Cómo cuidarla?