Flandes y Amberes: Aniversario de James Ensor
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©James Ensor, The Intrigue, Collection KMSKA – Flemish Community (CC0)
En el corazón de Europa, Flandes fue durante siglos un punto de convergencia cultural, política y económica. Esta región del norte europeo conoció un florecimiento artístico sin igual, especialmente durante la Edad Media, el Renacimiento y el Barroco, legando una de las tradiciones artísticas más ricas y duraderas de Europa.
Hoy, el esplendor borgoñón y la huella de sus artistas siguen presentes en ciudades como Brujas, Malinas, Gante, Lovaina, la barroca Amberes y la capital, Bruselas. Van Eyck, Bruegel, Rubens, Bouts son solo algunos de los más conocidos maestros flamencos. Ya entre los siglos XIX y XX, James Ensor (Ostende, 1860-1949), artista precursor del expresionismo, es una figura clave en el arte moderno.
En este 2024, Flandes celebra el Año Ensor para conmemorar el 75 aniversario del fallecimiento de este artista pionero, con diversas exposiciones y actividades. Las celebraciones comenzaron en Ostende, cuna del pintor, donde pasó la mayor parte de su vida hasta su muerte y en donde se encuentran su casa y taller. Y, desde septiembre de este año, Amberes toma el relevo, celebrando el Año Ensor a lo largo de 4 exposiciones que exploran distintas facetas de su obra y su vigente legado.
El Museo Real de Bellas Artes (KMSKA) presenta ‘Los sueños más salvajes de Ensor’, una retrospectiva que nos lleva más allá del impresionismo, destacando las influencias de artistas como Goya y Munch. Por otro lado, en el Museo Plantin-Moretus, ‘Estados de imaginación’ profundiza en los experimentos gráficos de Ensor, una faceta menos conocida pero igualmente innovadora del pintor.
La moda y el maquillaje toman protagonismo en el Museo de la Moda (MoMu) con ‘Mascarada, Maquillaje y Ensor’, una exposición que conecta las máscaras y la estética con la obra de Ensor. Y si te fascina el retrato, el FOMU trae la primera gran exposición de Cindy Sherman en Bélgica, en diálogo con la visión de Ensor sobre las mascaradas sociales.

Fachada del KMSKA ©Woodmonkey
En este episodio de La ContraHistoria, el historiador Fernando Díaz Villanueva conversa con Alberto Garín, gran conocedor de la escuela flamenca, para mostrarnos un colorido recorrido de Flandes como cuna de pintores magistrales y alquimistas de la luz y el color, que deslumbraron al mundo hace más de cinco siglos y de los que bebe la figura de James Ensor ya entre finales del siglo XIX y el siglo XX.
Flandes: El nacimiento de una región artística
Durante la Edad Media, Flandes fue una región próspera, destacada por su industria textil y su influencia en el comercio europeo. En el siglo XIV, el Ducado de Borgoña, que abarcaba territorios desde el norte de Francia hasta los Países Bajos, emergió como una de las potencias más influyentes de Europa. Bajo el patrocinio de los duques de Borgoña, ciudades como Brujas, Malinas y Gantese convirtieron en destacados centros culturales y artísticos.
Los duques de Borgoña, con sus lujosas cortes y mecenazgo artístico, impulsaron el desarrollo del arte flamenco. En Brujas, ciudad donde vivió Jan van Eyck, el gótico medieval se fusionó con los nuevos ideales renacentistas. Malinas, capital entonces de la región, desempeñó un papel clave en el florecimiento cultural de la región. Y Gante y otras ciudades flamencas absorbieron innovaciones artísticas procedentes de Italia, creando un estilo único que definiría la pintura de la región durante siglos.
La evolución del arte borgoñón en el Renacimiento
El arte borgoñón vivió su máximo esplendor durante el Renacimiento, destacándose por su realismo extraordinario. Los pintores flamencos no solo representaban figuras religiosas, sino también escenas cotidianas, retratos de la aristocracia y paisajes naturales. A diferencia de la pintura italiana, que se centraba en la armonía idealizada y en temas mitológicos o religiosos, los artistas de Flandes prestaron una atención minuciosa a la naturaleza y al ser humano, incorporando simbolismos religiosos y culturales.
Las obras de artistas como Jan van Eyck, Rogier van der Weyden y Hans Memling fueron fusionandoel detallado realismo del arte gótico con las nuevas perspectivas renacentistas. La técnica del óleo, junto con la meticulosa representación de la vida cotidiana, paisajes y expresiones humanas, hizo de estos pintores los precursores de una de las escuelas más influyentes de Europa.
Amberes: El apogeo posterior al Renacimiento borgoñón
Amberes es mundialmente conocida como el centro del arte barroco flamenco gracias a Rubens, si bien su relevancia como centro artístico comenzó a gestarse en el siglo XV, cuando el Renacimiento borgoñón florecía en Brujas, Malinas y Gante. En esta etapa, el puerto comercial de Amberes fue en crecimiento, gracias a su ubicación estratégica en las rutas comerciales europeas.
En el siglo XVI, Amberes se consolidó como ciudad próspera y culturalmente influyente, tomando el relevo de Brujas. El auge de su comercio atrajo a artistas, mecenas y comerciantes de toda Europa, convirtiéndose en crisol de ideas y tendencias. Este entorno favoreció la adaptación de las tradiciones renacentistas borgoñonas, dándoles un giro dinámico y personal.
A medida que el poder del Ducado de Borgoña se desvanecía y las influencias italianas llegaban a la región, Amberes floreció con una nueva generación de artistas y talleres. Ya en el siglo XVII, la ciudad alcanzó su máximo esplendor con el barroco flamenco, liderado por figuras como Rubens, Van Dyck y Jordaens, quienes elevaron el arte flamenco a la escena internacional.
El legado del arte borgoñón
Los maestros primitivos flamencos, como Jan van Eyck y Rogier van der Weyden, con su atención al detalle y su simbolismo, crearon las bases de la tradición pictórica flamenca y su desarrollo a lo largo de los siglos.
En el siglo XVI, Pieter Bruegel el Viejo destacó como figura esencial en esta evolución. Con su mirada crítica y aguda observación de la vida cotidiana, Bruegel reflejó tanto las tradiciones populares como las complejidades sociales de su tiempo, sentando las bases para un arte flamenco más narrativo y cercano al espectador.
El siglo XVII fue testigo del auge de maestros barrocos flamencos como Peter Paul Rubens, Anthony van Dyck y Jacob Jordaens. Estos artistas, famosos por su dramatismo y dominio del color, transformaron el legado borgoñón en un estilo vibrante e internacional, dejando una huella profunda en el panorama artístico europeo.
Ya en el siglo XIX, James Ensor, precursor del expresionismo, retomó esta rica herencia desde una perspectiva completamente personal. Ensor compartía con sus predecesores flamencos la fascinación por la complejidad de la condición humana, pero aportó un lenguaje visual innovador y profundamente emocional. Así, su obra conecta conceptualmente con siglos de tradición flamenca, reinterpretándola desde una visión moderna que sigue influyendo el arte contemporáneo.
Puedes conocer más sobre la figura de James Ensor en: https://www.visitflanders.com/es/descubre-flandes/arte-y-patrimonio/maestros-flamencos/james-ensor
Vive el Año Ensor y disfruta de Amberes, una ciudad que respira creatividad en cada rincón.
https://visit.antwerpen.be/es/ensor-en-amberes